¿El mejor fichaje? Un joven valor semidesconocido

9/26/2009

Sidney Sam

Hacerse un hueco en la élite del fútbol alemán no le está resultando sencillo, aunque poco a poco se va abriendo camino y está demostrando al mundo sus cualidades. Pertenece a las filas del Hamburgo, donde apenas ha contado con ocasiones, aunque éste ya es el segundo año que está cedido en el Kaiserslautern de la Bundesliga 2. El objetivo de él y de su equipo está claro: ascender a la primera división; son los máximos favoritos a ello. El año pasado logró hacerse un hueco como futbolista importante del equipo, este año está siendo y parece que seguirá siendo titular indiscutible y uno de los hombres claves del conjunto alemán.

Suele jugar como interior izquierdo, también puede hacerlo de mediapunta y en banda contraria a pie cambiado. Físicamente fuerte –a pesar de no ser alto-, sobresale por su técnica individual y su conducción de balón. Zurdo, se trata de un gran asistente, también tiene bastante gol. Capaz de desequilibrar mediante una jugada individual en cualquier instante, siempre con la cabeza alta, es un formidable futbolista en los contraataques y transiciones ofensivas: no pierde el tiempo, va directo a la portería, avanza con el balón controlado rápidamente, posee una amplia zancada, es potente y tiene facilidad para el regate en carrera, sabe cuando pasar a sus compañeros. Sabe utilizar su cuerpo, suele recibir bastantes faltas en cada encuentro. Además se trata de un muy buen especialista a balón parado. Su golpeo de balón es exquisito y preciso, sus centros al área siempre peligrosos, su disparo duro y colocado. Aún debe ganar en regularidad, hay fases del partido donde “desaparece”, algo que sin duda nota el equipo para el que juega. También creo que tiene potencial para mejorar sus cifras goleadoras sin que se vea mermada su capacidad de dar asistencias: debe aprovechar su buen disparo y su llegada, y mirar más a portería. A su vez, suele disminuir su rendimiento una vez se alcanza los ¾ de partido, debe progresar a nivel aeróbico. A veces le echo de menos un poco más de pausa en su juego. Además, se muestra implicado en tareas defensivas (retorno, presión), cada día más, lo que le da un valor añadido en el conjunto.

Futbolista netamente ofensivo, nacido en 1988 e internacional en categorías inferiores con Alemania, en su día ya destacó en el Europeo sub19 del 2007 actuando de revulsivo (solía salir en las segundas partes), en la actualidad está yendo con la sub21. Incisivo y con gran visión de juego, le gusta estar en contacto con el balón, prefiere recibirla al pie aunque también realiza interesantes movimientos sin balón, tiende a irse hacia adentro si juega como interior escorado a banda. Totalmente asentado en el Kaiserslautern, que además cuenta en sus filas con otros jóvenes prometedores como Ivo Ilicevic o Daniel Pavlovic (aunque todos ellos como cedidos), probablemente los veremos la próxima campaña en la Bundesliga (primera divisón). Sobre Sam, es indudable que tiene mucho talento, pero por el momento también demasiados agujeros en su juego. Nacido en 1988, debe seguir creciendo y sintiéndose importante para que su evolución siga su curso.



Fotos: www.sportgate.de (Bongarts/Getty Images), www.bundesliga.de

9/21/2009

Wout Brama

* Publicado en Deporte365 el 18/04/2009

Su mejor carta de presentación son los más de 100 partidos oficiales que lleva disputados en la Eredivise con el Twente, el equipo revelación de esta temporada en Holanda. Desde que debutó en la temporada 2005/06 se ha convertido en un pilar, cada día es una pieza más asentada, su rol es clave en el funcionamiento del colectivo.

Su demarcación ideal es la de mediocentro puro, se trata de un futbolista posicional y de gran rigor táctico, que siempre aporta equilibrio al colectivo. Diestro, está dotado de una depurada técnica individual, y por lo tanto se erige como un muy buen distribuidor: ayuda mucho en la salida de balón. Prefiere jugar en corto, quizá se le echa de menos que en muchos instantes de partido asuma más responsabilidades en este sentido, y es que a veces no aparece todo lo que debería en la construcción del juego. Le faltan cualidades físicas –no destaca por su cuerpo ni por su velocidad punta- que sobretodo se notan en la defensa individual, ya que sobre el césped es inteligente y normalmente se sitúa en el sitio adecuado. Además es sacrificado y se muestra comprometido a nivel defensivo: se incrusta entre los centrales, mantiene la posición, está atento a las coberturas, sabe realizar faltas tácticas. Creo que debería ganar en agresividad y mejorar en el “tackle”. Siempre calmado y sereno con el esférico entre los pies, es raro verle perder un balón, no se suele poner nervioso, aunque es cierto que sufre cuando le realizan una presión agresiva o una marca individual. Da pausa al juego cuando debe, no retiene en exceso la pelota sino que prefiere jugar a pocos toques. Las aperturas a banda forman parte de otra de sus especialidades. Su preciso golpeo de balón y su elegancia son otros rasgos notorios de su forma de jugar. Otra cosa que me gusta mucho de él es que rara vez se complica, le gusta jugar sencillo, sin excesivos riesgos. Baja a recibir, se ofrece, muestra cierta movilidad dentro de la parcela de terreno que “se autoimpone”. Incluso en ocasiones se suma al ataque, aunque en mi opinión esta es otra faceta en la que debería hacer especial hincapié; debería probar más las subidas al ataque, así como su disparo desde media distancia. De nuevo: coger galones, asumir más responsabilidades, hacer más daño. Muy fiable en el pase, generoso en su juego, quizá en algunos momentos debería mostrarse un “pelín” más individualista. Además, le falta presencia a lo largo del transcurso de un partido y algo de nivel defensivo. Sus centros al área suelen acarrear mucho peligro, es un muy buen lanzador a balón parado.

Cerebral, inteligente, voluntarioso, con criterio, buen organizador, equilibrado, técnico, con calidad y gran visión de juego. Un futbolista que todo entrenador querría tener en su equipo, que no obstante debe seguir evolucionando si quiere sacar provecho de todo su potencial. De esos jugadores que hacen mejores a sus compañeros. Nacido en Holanda en 1986 y en la actualidad internacional sub21, sólo el tiempo nos dirá hasta donde es capaz de llegar Wout. No creo que vaya a convertirse en un futbolista de primer nivel europeo aunque sí pienso que tiene condiciones para llegar a ser un muy buen futbolista de equipos de nivel de media tabla-UEFA (e incluso puede que de Champions) de las Ligas importantes europeas.

Fotos: ww.daylife.com (Reuters), www.daylife.com (Getty Images)

9/18/2009

La elegancia inglesa; sobre Jack Wilshere

La vida del joven Jack no parece asemejarse a la de cualquier chaval de su edad. Nació en 1992, hace 17 años, en 1 de enero. Supongo que no puede haber mayor felicidad para unos padres que empezar un nuevo año con la presencia de un nuevo miembro en la familia. Desde luego, mucho mejor y más original que las promesas de cambio que siempre nos hacemos en esas fechas (y que casi nunca cumplimos).

Wilshere ha sido un chico prematuro en el mundo del fútbol, avanzado a su edad, “superdotado” futbolísticamente hablando. Elegante, técnico, pausado, con una clase y un talento innato. Debutó con apenas 16 añitos en el primer equipo del Arsenal (aunque fue algo más bien testimonial), es internacional habitual e indiscutible en categorías inferiores inglesas. Tanto es así, que últimamente se ha convertido en un fijo de las convocatorias de la sub21.

En este caso no se trata de un chico criado en otra cantera y posteriormente reclutado por el “ojo clínico” de Wenger, sino que es 100% producto de la cantera gunner. Lleva desde los 9 años en el club, se ha convertido en uno las mayores esperanzas inglesas de cara al futuro. Y es uno de los protegidos de Arsène. Joven con galones, en el que se confía mucho, aunque al que de momento se le está intentando dejar crecer sin excesiva y prematura presión. No es como cualquier otro chico de su edad, pero sí se le está tratando de cuidar conforme al talento que atesora. Se antoja necesario protegerlo de la presión mediática y esa espiral altamente destructiva que lleva asociada.

Aún así, la irrupción mediática del chico es abrumadura, algo que sin duda se debe a su corta edad, y especialmente, a sus condiciones futbolísticas. Acostumbrados los ingleses a los grandes “todocampistas”, centrocampistas ofensivos que aúnan fuerza, llegada y calidad, choca ver a un chaval con el desparpajo y la elegancia de Wilshere. Paul Scholes, Frank Lampard y Steven Gerrard son los últimos grandes centrocampistas ofensivos del fútbol inglés, Jack debe convertirse también en un “grande” aunque haciendo gala de distintas cualidades. Parece dispuesto a abanderar una nueva “estirpe” de medios fantasistas, a convertirse en el futuro gentleman británico. Tiene condiciones para ello.

Por características y cualidades es un jugador que me recuerda mucho a David Silva en su forma de jugar. Es mediapunta aunque también puede jugar y ofrecer un gran rendimiento como interior escorado a cualquiera de las dos bandas. Zurdito de sobresaliente técnica individual, es un futbolista delicioso con el esférico entre los pies. Generoso en su forma de jugar, poseedor de un exquisito y preciso golpeo de balón, con una notable visión de juego, muy bueno en el regate, elegante y peligroso en la conducción de balón, soberbio en el control. Lleva la bola cosida al pie, sabe esconderla de forma extraordinaria, resulta complicado quitarle el esférico. Le gusta estar en contacto con la pelota, destaca en las combinaciones con compañeros de equipo, hace que el fútbol parezca sencillo. Se ofrece, baja a recibir, no le quema el balón, se muestra dinámico e incisivo. Aunque prefiere recibir la bola al pie –quizá en ocasiones excesivamente-, también realiza movimientos interiores y diagonales muy interesantes desde la banda. Talento puro. Además, es un consumado especialista a balón parado –tanto en el golpeo directo como a la hora de centrar-. La pelota es su mejor amiga dentro del campo, la trata con mucho mimo. Le gusta tener libertad de movimientos, no sentirse “anclado” en el terreno de juego, también que su técnico le de confianza para decidir qué hacer. Es eminentemente un pasador, un gran asistente; sin embargo también llega al área y sobresale en la jugada individual. Dispone de muchos recursos técnicos tanto individuales como colectivos.

No es un jugador con un ego desproporcionado, sino más bien todo lo contrario. Sin duda ésta es otra de sus mayores virtudes. Se muestra humilde sobre el campo, no va de estrella, es uno más en el conjunto. Disciplinado, no duda en ayudar e implicarse en labores defensivas –aunque no es una faceta en la que sea especialmente destacado-. Físicamente equilibrado, no obstante le falta fuerza y cuerpo, algo que no le supone un handicap para rendir a gran nivel debido a su calidad y astucia. Además, es bastante rápido en carrera y su bajo centro de gravedad le confieren potencia y buen aguante del cuerpo a cuerpo. Sabe utilizar su cuerpo, suele recibir muchas faltas. Aeróbicamente es muy resistente. Normalmente calmado y pausado, lo que le ayuda a destacar aún más y a elegir la opción más adecuada para el equipo –sin embargo, éste es otro aspecto en el que aún tiene un amplio margen de mejora: a veces se equivoca en el pase, o abusa de la conducción-. Le gusta jugar por dentro, debe hacer especial hincapié en la definición cara a portería: mejorar sus cifras goleadoras, pisar el área rival con más frecuencia y efectividad. Tiene que ganar “punch” y capacidad de resultar decisivo por sí mismo.

Una de las mayores dudas que tengo sobre Wilshere es que no me parece un líder nato, sí un sobresaliente “segundo espada”. Pienso que le cuesta echarse el equipo a las espaldas –le gusta asumir responsabilidades, pero se suele bloquear cuando es el único encargado de ello-, prefiere ser un jugador referencia dentro del equipo aunque no el máximo exponente. Por ejemplo, en el pasado Europeo sub17 (2009) rindió bastante por debajo de su nivel real. Tiene carácter y personalidad, pero no es líder. A su vez, es muy maduro teniendo en cuenta su escasa edad, aunque es otra faceta en la que tiene margen de progresión. También debe ganar en regularidad, ser más constante en su rendimiento, mostrar mayor presencia a lo largo de los encuentros.

Inteligente, majestuoso, delicioso, exquisito, polivalente, dinámico, sutil, elegante. Con él nace un nuevo tipo de centrocampista inglés.

Abrirá el camino a otros que quieran seguir sus pasos.



ENLACE RECOMENDADO:

La radiografía: Jack Wilshere

Fotos: www.arsenalpics.com, www.thefirstpost.co.uk

9/15/2009

Recortes de prensa: entrevista a Enzo Scifo, el mejor futbolista belga de la historia (FIFA)

ENTREVISTA A SCIFO por Fifa.com, a fecha 14/09/09

Usted arrancó su carrera profesional a los 17 años en un gran club, el Anderlecht. ¿Cuáles fueron las claves de su precocidad?

En realidad, no hay una edad establecida para empezar. Lo que hace falta es tener ganas. En aquella época, yo ya tenía la voluntad de llegar ahí arriba, ya era bastante maduro para mi edad, y eso me permitió imponerme. Tuve la suerte de jugar desde muy joven en un gran equipo, pero había que ser fuerte mentalmente, lo que no es muy común a esa edad. Afortunadamente, algunas personas, como mi entrenador de entonces, Paul Van Himst, me ayudaron mucho. Luego hay que probar que uno se merece la oportunidad.

Al cabo de cuatro años, usted ya había ganado tres títulos de campeón de Bélgica. ¿Cómo se tomó todo ese éxito en aquellos tiempos?

La verdad es que no le di mayor importancia. Yo tenía la cabeza sobre los hombros y los éxitos no me cambiaron. Nunca lo han hecho. Ésa es mi fuerza. Como me gusta competir, encuentro normal tener ambición y querer ganar trofeos.



Después de su éxito en Bélgica, a los 21 años se marchó al Inter de Milán, pero allí no llegó a cuajar realmente. ¿Cree que se marchó demasiado pronto?

Si pudiera volver a hacerlo, repetiría el mismo recorrido. Arsène Wenger dijo un día que todo jugador debe pasar por un mal momento en su carrera para aprender a situarse frente a las decepciones. A mi juicio, cuanto más joven lo atravieses, mejor; por lo tanto, no tengo nada que lamentar. Y en el Inter, el fracaso fue más colectivo que individual, porque terminamos quintos, es decir, muy por debajo de nuestras expectativas.

Así las cosas, se marchó de Italia a Burdeos, y luego al Auxerre. Más tarde, se mudó al Mónaco, equipo con el que se proclamó campeón. Tres experiencias totalmente distintas. ¿Qué recuerdos guarda?

En Burdeos tuve un problema en la rodilla después de haber comenzado bien. Pero mi lesión no es excusa, mi rendimiento fue inferior al que se me exigía. Además, hubo problemas extradeportivos en el club. Burdeos fue la mayor decepción de mi carrera. En Auxerre, creyeron en mí. En el Burdeos, como en el Inter, yo no jugaba en mi puesto de preferencia, mientras que Guy Roux (su entrenador en el Auxerre) supo aprovechar mis mejores condiciones. Resultado: dos temporadas muy buenas en un equipo de un espíritu extraordinario. En cuanto al Mónaco, la situación fue difícil durante dos años, en los cuales tuvimos que reconstruir el equipo, pero luego, el año del título, teníamos un plantel de locura: Fabien Barthez, Emmanuel Petit, Thierry Henry, Sonny Anderson, para no citar más que unos pocos... Sin embargo, mi cima deportiva la alcancé en el Auxerre. No teníamos un gran equipo, pero todo el mundo nos temía. Jean-Pierre Papin me dijo un día que lo que más miedo le daba era venir a jugar al Abbé-Deschamps.

Entretanto, volvió a probar suerte en Italia, su país de origen, esta vez en el Torino. ¿Fue por revancha?

No me gusta esa palabra, pero debo admitir que se trataba un poco de eso. Tenía ganas de brillar en ese campeonato que me hacía soñar y en el que no había dejado una buena impresión. Fue una buena decisión, porque me encontré con un equipo de grandes competidores, como en el Auxerre.

¿Cómo vivió la vuelta a su país en 1997, primero al Anderlecht y luego al Charleroi?

Al cabo de 14 años en el extranjero y de muchos sacrificios, tenía ganas de regresar al club de mi debut y hacer algunas cosas de provecho. Y funcionó, porque gané un último título de campeón con el Anderlecht. En Charleroi, las ganas seguían estando intactas, pero el asunto no dio frutos. Para ser franco, también tenía otro objetivo. Yo era además accionista del club y mi ambición era hacer crecer al Sporting en la escena europea. No lo logré.

Usted participó con los Diablos Rojos en la formidable epopeya de la Copa Mundial de la FIFA 1986, en la que cayeron en semifinales, y en 1990 fue elegido segundo mejor jugador del torneo. ¿Qué memorias guarda usted de aquella edad de oro de la selección?

Fue realmente una gran aventura, pero todo comenzó mal. Nos clasificamos muy justos en nuestro grupo y el ambiente no era bueno. Entonces, el entrenador puso las cosas en su sitio, mandó a casa a algunos jugadores, y el equipo arrancó. A partir de aquel momento, hubo una compenetración excelente entre nosotros, muchas ganas y, sobre todo, personalidades fuertes que empujaron a la selección hacia arriba. Para triunfar en el fútbol, lo que cuenta es el ánimo. En cuanto a 1990, el año en su conjunto es el de recuerdo más grato para mí. Primero, con el Auxerre, y luego, con el equipo nacional. Aquélla fue la mejor selección que hemos tenido nunca en Bélgica.

¿Qué piensa de la generación actual de Diablos Rojos? Pese a disponer de jugadores prometedores, Bélgica ha fracasado en su intento de clasificarse para la Copa Mundial de la FIFA 2010...

Este equipo tiene talento, pero le falta una cosa: ese ánimo que digo. No obstante, aunque hemos quedado muy lejos de clasificarnos porque ha sido muy difícil, algo ha cambiado con la nueva generación. De aquí a dos años, serán muy competitivos.

En la actualidad es usted entrenador. ¿Tiene referentes en este oficio?

Guy Roux me marcó más que los demás. Gestionaba todo con autoridad, pero al mismo tiempo lograba conectar muy bien con sus jugadores. De los que he conocido, era el único capaz de combinar bien esas dos facetas.

Su carrera como entrenador no ha conocido hasta el momento el mismo éxito que como futbolista. ¿Es frustrante?

Es un oficio muy distinto. Yo me lo paso bomba en este puesto porque lo ejerzo con pasión. En el banquillo, soy como un niño en la edad de los descubrimientos. Ahora abordo mi sexta temporada como entrenador y estoy empezando a sentir que estoy en mi elemento. ¡No me he equivocado!

COMENTARIO PERSONAL:

Siempre fue un placer visionar a la leyenda belga Scifo sobre un campo de fútbol, también leer las respuesta a una entrevista con sabor añejo y mucha sustancia. A lo largo de toda la entrevista podemos observar como Enzo le da especial relevancia para triunfar en el mundo del fútbol al aspecto mental: voluntad, ganas, pasión, competitividad, personalidad, madurez, responsabilidad. Palabras que repite una y otra vez y con las que explica su éxito y trayectoria en el mundo del fútbol. A su vez, características vitales para superar los "baches" y no dejarse seducir por toda la superficialidad y parafernalia que rodea al mundo del fútbol.

Lección a los mas jóvenes y a los no tan prematuros. Reflexiones que se pueden aplicar en cualquier ámbito de la vida.


ENLACES RECOMENDADOS:

Perfil de Scifo (El País, 1986)
Scifo: legend (Planet World Cup)
Selección belga: esperanzados por el futuro (Perlas del fútbol)

Foto: www.sporting.be
Vídeo: Fútbol Arte

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9/11/2009

Luc Castaignos

Su portentosa actuación en el Europeo sub17 del 2009 le puso en el escaparate del fútbol global. Representando a Holanda, ayudó a su equipo a llegar a la gran final, aunque terminaron sucumbiendo frente a la todopoderosa selección alemana. Posiblemente el mejor delantero de cuantos estuvieron, mostró a todo el mundo sus condiciones para convertirse en un importante jugador en el fútbol de élite.

Nacido en 1992, se trata de un delantero que aúna grandes condiciones físicas, mentales y técnicas. Diestro, a pesar de su calidad se muestra muy constante y batallador en todo momento. No duda en ayudar a su equipo en la presión, cada balón que pasa cerca de su posición suele ser peleado, se desgasta en beneficio del colectivo. Rápido y muy potente, además se muestra muy inteligente y móvil sobre el terreno de juego. Le gusta estar en constante movimiento, no duda en caer a bandas (lo hace con una frecuencia bastante alta), sus desmarques al espacio también son realmente interesantes. Debido a su explosividad y fuerza, es un auténtico peligro en los contraataques: conduce con fiereza y sin entretenerse, en todo momento sabe donde está la portería rival.

Completísimo, es todo un goleador, siempre tiene la portería en la cabeza y la pierna "cargada"; aunque es cierto que aún debe mejorar en la definición: falla más manos a manos frente al portero de los que debería. Sabe crearse y buscarse las ocasiones de gol. Rematar al primer toque llegando en carrera; controlar, regatear y disparar; intentar la jugada individual. Sus recursos son de auténtico “killer”. Fuerte, no sólo sabe jugar al espacio sino que también destaca por su buen juego de espaldas –aunque es un aspecto en el puede mejorar-: protege la bola con eficiencia, sabe utilizar su cuerpo, espera la llegada de compañeros. Muy bueno a nivel técnico, quizá éste es un punto en el que le falta ese “plus” para convertirse en un “crack” mayúsculo. Busca la espalda de los defensas con suma precisión y astucia; su continuo movimiento, su desgaste y su calidad le convierten en una pesadilla para cualquier defensor rival. Letal con espacios, también consigue ser decisivo sin ellos, aunque le cuesta más mostrar sus cualidades. No necesita la compañía de nadie para resultar peligroso, él mismo se basta para traer de cabeza a la defensa rival: sabe “buscarse la vida”. Aunque sobresale por su regate en carrera debido a su amplia zancada y potencia en la arrancada (y también en la carrera), posee suficientes recursos para dominar el regate en distancias cortas. A pesar de que es un futbolista destacado individualmente, está capacitado para realizar combinaciones y aunque a veces abusa de la jugada individual, suele jugar en equipo. Explosivo, directo, vertical, autosuficiente, agresivo, intenso, técnico, con gol; nos encontramos ante un jugador que probablemente se convierta en un delantero de primer nivel. Por si fuera poco, sobre el césped demuestra personalidad y carácter; no duda en asumir responsabilidades y pedir la bola, intentarlo cuantas veces sea necesario, echarse el equipo a sus espaldas. Ese ímpetu y esa ambición seguro que le llevarán lejos. Por sus características puede recordar a futbolistas como Makaay o Henry. Debe mejorar en la lectura del juego –escoger la opción correcta más a menudo- y aprender a administrar mejor sus energías –a veces se vacía tanto que llega a los instantes finales del partido agotado-. Perteneciente al Feyenoord, sin duda se trata de su joya más preciada, ya está siendo seguida muy de cerca por clubes de la talla de Manchester United, Liverpool o Arsenal, entre otros. A la espera de las oportunidades que merece, es un apuesta segura: llegará alto.



Fotos: www.uefa.com (©sportsfile)

9/07/2009

Giacomo Bonaventura

Futbolista netamente ofensivo nacido en el año 1989 e internacional en categorías inferiores por Italia, pertenece a las filas del Atalanta, una de las mejores canteras italianas.

Puede jugar de interior, de mediapunta o de segundo punta. Diestro, es un futbolista muy técnico, siempre peligroso en tareas ofensivas. Se muestra dinámico, hace que el fútbol parezca sencillo, sabe jugar al primer toque, en corto y en largo. Su toque de pelota es exquisito, suele golpear la bola con precisión. Debido a su notable visión de juego en cualquier instante puede regalar una asistencia de gol a un compañero. Peligroso, sus centros al área suelen acarrear muchos problemas al equipo adversario. Su colocado disparo desde media distancia también es destacado. Directo en su forma de jugar, móvil, no duda en ofrecerse. Alto y delgado, físicamente es equilibrado aunque le falta algo de fuerza, no obstante se muestra fluido y es bastante rápido en carrera. Sabe usar su cuerpo, aunque en ocasiones cae con excesiva facilidad al suelo. Algo irregular en su rendimiento, a pesar de su calidad no demuestra la suficiente continuidad a lo largo de los 90 minutos; suele “desaparecer” y “aparecer”, es intermitente, le falta presencia y quizá también asumir más responsabilidades. Sentirse importante, relevante. A balón parado es un gran especialista. Defensivamente debe aportar más, le falta intensidad y agresividad en la presión, de momento suele adquirir un rol posicional. Elegante, dinámico, destaca en las transiciones ofensivas. Su facilidad para combinar y ver los huecos libres le convierten en un jugador importante en este aspecto.

Aunque solía salir en las segundas partes como revulsivo, destacó en el Europeo sub19 del 2008, ayudando a su selección a llegar hasta la final –fueron eliminados por Alemania-. Buena generación italiana en la que también sobresalieron futbolistas como Fiorillo, Gentili, Tagliani, Poli, Mazzarini, Paloschi u Okaka Chuka, entre otros. A punto de comenzar el Mundial sub20, todos ellos tendrán una nueva oportunidad para demostrar su potencial.

Fotos: www.folgorecastelraimondo.it, www.daylife.com (AP Photo)

9/03/2009

Italia, tierra de trequartistas

NOTA: Artículo publicado en "El mundo de hoeman" el 31/10/2008

Mediapuntas o segundos puntas que en cualquier momento pueden decidir un partido. Especialistas, imaginativos, espectaculares, alumbrados con el don del balón. Distintos, incapaces dejan indiferente a ningún aficionado. Por su mera presencia en un encuentro merece la pena comprar una entrada. Da igual del equipo que sean, a buen seguro que el espectador disfrutará de su fútbol. Italia es uno de los países abanderados en el "mimo" de estos artistas del esférico, aunque últimamente parecen que los tiempos han cambiado y cada vez es más complicado deslumbrar y contar con las oportunidades y confianza de sus técnicos, incluso en las categorías inferiores. Sobretodo para los jóvenes talentos de deliciosa técnica individual. Tiempos de crisis para el fútbol italiano en este sentido, aún quedan hombres para estar esperanzados de cara al futuro.

GRANDES GENIOS EN EL ÚLTIMO LUSTRO

Considerado por muchos uno de los mejores futbolistas italianos de la historia, Roberto Baggio marcó un antes y un después en la historia del fútbol. Desde la mediapunta demostró durante muchos años su clase y calidad, destacando especialmente por su facilidad para conducir el balón sellado al pie y su habilidad innata para la finta y el regate, sin desmerecer su visión de juego y capacidad goleadora. Era genialidad en estado puro, sobresaliente a nivel técnico, cada vez que cogía el balón hacía levantar al espectador de su asiento. No sólo decisivo, la estética era otra de sus señas de identidad. Nexo de unión entre dos generaciones de trequartistas sobresalientes; él era único, considerado el rey de todos ellos, el mejor, aún en sus últimos años era capaz de marcar las diferencias. Capaz de jugar en los mejores clubes de Italia a lo largo de su trayectoria: Juventus, Milan e Inter de Milán. Y de ser adorado por todos sus aficionados. Un mito con su selección, a pesar de la feroz competencia era "intocable" para los seleccionadores italianos. Con razón, todo hay que decirlo. Su palmarés a nivel colectivo no es identificativo de su categoría, a buen seguro que recuerda amargamente la final del Mundial de 1994, donde falló el penalti decisivo que convirtió en campeón a Brasil. La explicación es sencilla: "los mejores también fallan". Il Codino es un grande, de eso no debería haber dudas.

El sucesor de Roberto tanto en la Juventus como en el fútbol italiano no fue otro que Alessandro Del Piero, toda una vida dedicada a un club, probablemente el futbolista más querido y valorado por los aficionados de la Vecchia Signora. Más segundo punta que mediapunta, grandes dosis de genialidad en cada partido y verdaderos golazos, por inverosímiles que parecieran, han marcado su carrera. Carácter ganador, eficiente y frío finalizador, depurada técnica individual. Junto a Raúl y Shevchenko posiblemente sea el mejor futbolista de la historia de la Champions League. Su impacto y su rendimiento con la selección italiana no fue tan deslumbrante como en el equipo de sus amores, nunca llegó a mostrar todo lo que llevaba dentro, pese a su estatus de "crack" no consiguió ser una pieza clave como otrora lo había sido Roberto Baggio. Todo un incombustible del fútbol que aún sigue dando sus coletazos, su historial está plagado de éxitos. Sus 244 goles con la Juve y sus actuaciones le hacen digno merecedor de su mote: "El Mago". Del Piero, o cuando el espectáculo y el rendimiento se conjugan.

El tercer gran genio del fútbol italiano no es otro que Francesco Totti, Il Capitano de la Roma. Mediapunta puro que en los últimos años ha sido reconvertido a delantero. Es sólo una opinión personal; el futbolista de mayor calidad que han visto mis ojos. Su exquisito toque de balón y su valentía, además de su calidad innata y sobresaliente capacidad técnica, le convierten en uno de los futbolistas más espectaculares y a la vez decisivos de la historia del fútbol. En plenas condiciones, en su momento álgido, no ha habido nadie que le pudiera hacer competencia. Fructífero y mortífero goleador, brillante pasador, en cada partido dejaba detalles técnicos que ensombrecían a cualquier otro jugador sobre el terreno de juego. Con menos partidos que los anteriormente citados en sus piernas, ha sido fiel a su club de origen. Todo un símbolo de la Roma, también supo resultar decisivo con Italia. Aunque era considerado suplente de Del Piero, se ganó el sitio y fue el gran artífice de que la selección italiana llegara a la final de la Eurocopa del 2000, que acabaron perdiendo. Más adelante recibiría su recompensa, y es que a pesar de estar muy mermado físicamente, contribuyó a la consecución del Mundial del 2006 de forma significativa, asumiendo un rol mucho más secundario. Genio y figura.



SEGUNDO ESCALÓN DE ENORME NIVEL

Mediapunta de sobresaliente técnica individual, Gianfanco Zola tuvo la desgracia de coincidir con "genios" de tremenda calidad que ocupaban su misma demarcación. Debido a ello no tuvo el impacto que merecía con la selección de su país, si dejó una gran huella en los clubes por donde ejerció su fútbol. Uno de los mejores lanzadores de golpes francos de la historia del fútbol, elegancia y sencilla genialidad sobre el terreno de juego, tenía un guante como pie. Dinámico, rápido, habilidoso, listo. Sangre fría, certero disparo, diversión. Uno de esos futbolistas que siempre quieres tener en tu equipo. Guardan recuerdos muy gratos de él los seguidores Nápoles, Parma y Chelsea, especialmente. Fue uno de los primeros italianos en triunfar en Inglaterra, ¡y de qué forma! Hasta convertirse en todo un símbolo de los blues.

Otro grandioso futbolista fue Roberto Mancini, de la misma época, con una carrera entregada práctica y únicamente a dos clubes: Sampdoria y Lazio. Mediapunta o segundo punta con gran facilidad anotadora y de notable técnica individual, rápido y directo, dinámico, excelente en el golpeo, notable en el regate. Su impacto con la selección italiana también estuvo ensombrecido por la feroz competencia, entre ellos la de Roberto Baggio.

Giuseppe Signori fue un valioso atacante italiano que dejó su impronta en el Lazio, entre otros equipos. Todo un "trotamundos" del fútbol italiano, tampoco tuvo la ocasión de desarrollar su fútbol en uno de los grandes del Calcio. Extremo o segundo punta muy dinámico y con gran olfato de gol, peor que los anteriormente citados a nivel técnico, pero siempre productivo e inteligente. Beppe era voluntad, trabajo, calidad y gol. Coincidió con una de las épocas de mayor esplendor futbolístico italiano -al menos en cuanto a talento-, su participación con la selección italiana tampoco fue excesivamente reseñable.

Ahora le toca el turno a uno de mis futbolistas predilectos de la infancia: Enrico Chiesa. Segundo punta dinámico, móvil y de un talento innato para la práctica del fútbol, a pesar de no ser un goleador nato sus cifras siempre eran importantes. Especialista en anotar golazos "marca de la casa", su facilidad para el disparo y el regate en carrera resultaban demoledores. Tampoco tuvo las oportunidades que merecía por calidad con la absoluta italiana. Otro "trotamundos", sus momentos más brillantes se vieron en las filas de Parma y Fiorentina.

El caso de Antonio Cassano es uno de los más flagrantes en cuanto a talento desperdiciado de estos últimos años, su polémico carácter no le ha dejado desarrollar gran parte de su potencial. Segundo punta rápido, habilidoso, sobresaliente técnicamente, imprevisible, con gran visión de juego. Su mayor pero es que no tenía demasiado gol. Parece que por fin está recuperando -aunque sea a cuentagotas- algo del fútbol que lleva dentro en las filas de la Sampdoria. Su irrupción en el Bari fue brillante, más tarde en la Roma también tuvo tiempo de mostrar al mundo su talento. Con la selección nacional tampoco ha sido capaz de aportar lo que indican sus cualidades.

OTROS GRANDES NOMBRES

Dejando de un lado la ideología de Paolo Di Canio y centrándonos únicamente en él como futbolista, creo que nadie debería dudar de sus condiciones. Segundo punta irregular y polémico pero técnico y con grandes momentos de genialidad. El punto álgido de su carrera lo vivió en las Islas Británicas.

Marco Simone es otro punta que ha dejado su huella, demostrando su calidad y facilidad para el disparo, sobretodo en Milán, París y Mónaco.

En la actualidad Antonio Di Natale es uno de los mejores segundos puntas italianos, y también del mundo. Jornada tras jornada demuestra sus condiciones entre las que destaca su verticalidad, rapidez y capacidad técnica. Empoli y Udinese especialmente, deben estar muy agradecidos por los servicios prestados.

Otros futbolistas de calidad nacidos en Italia, aunque demasiado irregulares, son Fabrizio Miccoli, segundo punta o extremo técnico y con gran capacidad de regate al que le falta gol, o Pasquale Foggia, mediapunta o interior con clase y bastante técnico aunque sin galones.

SEBASTIAN GIOVINCO, EL ÚLTIMO "CRACK"

Todo parece indicar que seguirá el mismo camino que le tocó a Del Piero en su día con Roberto Baggio, hasta convertirse en un genial "heredero". Sebastian es magia y desequilibrio en estado puro. Pocos centímetros -apenas sobrepasa el 1.60- pero calidad para dar y regalar en sus botas. Segundo punta que incluso puede que juegue más cómodo escorado a banda izquierda, le gusta tener libertad de movimientos y también creativa, su arrancada desde cero y sus conducciones de balón son asombrosas, quiebra a quien y como quiere, también dispone de una gran visión de juego. Sólo le falta mejorar algo en la elección, y quizá, probar más el disparo a portería. Nacido en 1987, a buen seguro que regala muchas tardes de alegría a los aficionados italianos. Es el próximo elegido. No pierdan de vista a La Hormiga Atómica.



COMPLICADO HACERSE UN HUECO PARA LAS NUEVAS GENERACIONES

Giuseppe Rossi, nacido en 1987, emigró a Inglaterra aún en edad juvenil, con la esperanza de tener opciones de jugar en uno de los grandes del mundo, como es el Manchester United. Paradójicamente, no fue allí donde tuvo la ocasión de demostrar su valía sino en el fútbol italiano, y para más inri su anterior club, el Parma, que estaba atravesando un momento muy delicado. Con sus goles y rendimiento ayudó al equipo a salvar la categoría, el Villarreal no dudó en hacerse con los servicios de este prometedor segundo punta. Su extraordinario cambio de ritmo y su juego a altas revoluciones no pasan desapercibidos, de momento las lesiones le están impidiendo tener la continuidad que necesita.

A pesar de su juventud -nació en 1988- a Andrea Russotto le persigue la polémica. Considerado desde las categorías inferiores uno de los más prometedores, se trata de un segundo punta rápido, habilidoso y muy técnico que debe mejorar su físico, además de su capacidad anotadora. Actualmente en el Nápoles, va a tener francamente complicado ganarse una oportunidad con Lavezzi y Denis por encima de él.

Gabriele Paonessa, de 1987, es un exquisito mediapunta, con depurada técnica individual y gran visión de juego, perteneciente al Bolonia, que también está lo está teniendo muy difícil para hacerse un nombre en el fútbol italiano y obtener continuidad.

Marco Mancosu, nacido en 1988, del Cagliari y cedido al Rimini, es otro mediapunta o interior elegante y de gran calidad aunque quizá demasiado frío. De nuevo un futbolista de talento innato que lo tiene realmente crudo para hacerse con un hueco en el fútbol profesional italiano

En Italia también tienen muchas esperanzas depositadas en Fernando Forestieri, segundo punta pequeñito, eléctrico y regateador que necesita mejorar imperiosamente en la lectura del juego. De 1990. Cedido en el Siena por el Génova, todo parece indicar que tendrá más sencillo ganarse las oportunidades ya que su club propietario cuida bien a los jóvenes valores.

PRECEDENTES QUE NO INVITAN AL OPTIMISMO

A Domenico Morfeo también le ha costado muchísimos años hacerse con un nombre en el fútbol italiano a pesar de su evidente capacidad técnica. Si bien no es un futbolista "top", sí es un mediapunta capacitado para ser titular en cualquier club de media tabla. Aún así, ha pasado por clubes de la categoría de Fiorentina, Milán o Inter de Milán, la mayor parte de su carrera la ha hecho en el Parma.


Creo que nadie puede negar el talento de Andrea Pirlo, que tuvo que retrasar su posición para convertirse en el jugador decisivo que ha sido durante tantos años. Su físico tampoco le ayudaba, pero la calidad de sus botas bien merecían la trayectoria que ha acabado teniendo. Preciosos y precisos pases al espacio, facilidad para el regate, disparo desde media distancia, entre otras cualidades.

Otros que también tuvieron que retrasar su posición sobre el campo son Alberto Aquilani, Gaetano D'Agostino y Riccardo Montolivo, sin sitio como mediapuntas, parecen haberse reconvertido a la perfección. Hasta ser considerados de los mejores en sus respectivos puestos.

Como vemos, el fútbol italiano sigue dando grandes talentos, trequartistas modernos de alta calidad individual, aunque ante la falta de oportunidades muchos de ellos corren el riesgo de perderse por el camino. Algunos consiguen "reciclarse", me temo mucho que no todos podrán. Serán los propios clubes italianos los que deberán decidir entre el conservadurismo y la veteranía o la espontaneidad y magia -también irregularidad y en algunos casos inconsistencia, porque no decirlo, es cierto que normalmente a ellos se les exige mucho más-. Yo lo tendría claro. De todas formas, parece que en los últimos años, poco a poco, de nuevo las cosas están cambiando, a mejor bajo mi punto de vista. Y es que Italia sigue siendo la tierra de los trequartistas.

Fotos: www.astropix.com (The Philadelphia Inquirer/Jerry Lodriguss), www.oleole.com, www.repubblica.it, www.footballitaliano.co.uk, www.exposay.com

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