Gueida Fofana

Seguro que a los que tuvimos la ocasión de presenciar el excelso Europeo sub17 que se celebró hace pocas fechas no se nos ha olvidado el nombre de Gueida Fofana. Un auténtica roca para la selección francesa, que consiguió llegar hasta la final, aunque nada pudo hacer ante la selección española de Thiago Alcántara, Keko Gontán o Adrià Carmona. Posiblemente junto a su compañeros Yannis Tafer y Gaël Kakuta fue el futbolista que mejor sensaciones dejó de Francia, los que más posibilidades tienen de tener una fructuosa carrera como profesionales, aunque no los únicos.

Gueida fue utilizado tanto de defensa central como de mediocentro, aunque es en esta segunda demarcación donde se sentía mucho más cómodo y su rendimiento rayaba lo soberbio. Físicamente superior, además de poseer un poderoso físico, mostró una potencia envidiable y una buenísima velocidad punta. Con mucho recorrido, es un jugador al que no le importa hacer un sinfín de kilómetros, todo sea por ayudar al equipo. En principio tiene unas características claramente defensivas, aunque en cuanto tiene oportunidad no lo duda y se suma con criterio y acierto al ataque, destacando en las conducciones tras robo de balón. Derrocha mucha fuerza y convicción cuando se suma a situaciones ofensivas. Diestro, además su nivel técnico es bastante bueno y está capacitado para mover el esférico con criterio y sin perderlo, prefiriendo el juego en corto, donde se siente más cómodo. Continuamente en movimiento, no duda en ofrecerse, tampoco se complica la vida si se ve apurado: prefiere deshacerse de la pelota a que el contrario le robe la bola y monte un contraataque. Muy firme y sobrio en su hacer sobre el césped, se muestra agresivo a la hora de ir al corte y le gusta realizar una presión asfixiante, porque entre otras cosas, está capacitado para ello. Fuerte y rocoso, no duda en ir al choque y siempre está dispuesto a realizar ayudas. Aunque su colocación sobre el terreno de juego no es mala aún tiene margen de mejora en el aspecto táctico, y es que de momento roba más por sus aptitudes físicas que por las mentales. Con carácter (ejercía de capitán en su selección), no se limita a defender sino que hace gala de empuje y llegada, su potente disparo desde media distancia también debe ser tenido en cuenta. Como aspectos a mejorar, quizá debiera asumir más responsabilidades a la hora de dar salida a la pelota en ataque organizado de su equipo, prefiere que otros sean los encargados, a él le gusta más tocarla rápido y volver a ofrecerse, que tampoco es malo. Un portento de la naturaleza, como central demostraba tener aplomo y serenidad, además de ser muy útil en el juego aéreo, aunque no podía desarrollar al máximo todas sus cualidades e incluso a veces se le notaba “apagado” o “fuera del partido”.

Nacido en 1991 y con un gran porvenir por delante, fue contratado por el Fenerbahçe turco, procedente del Le Havre, tras su magnífico campeonato. Sin duda es un jugador al que deberíamos seguirle la pista.

Fotos: www.uefa.com, www.jamd.com