¿El mejor fichaje? Un joven valor semidesconocido

3/11/2011

Vicente Guaita



Carta de Vicente Guaita a Perlas del fútbol (*)


Si hace unos meses me lo dicen, no me lo creo. Que oye, yo siempre he confiado en mí mismo, pero lo veía tan complicado... Tener a dos compañeros por delante, no estar ni incluido en la convocatoria semana tras semana, es un palo muy duro de digerir. Pesa mucho. Dicen que no hay que bajar los brazos... pero que fácil es hablar, sin empatía ninguna, sin ponerse en lugar del otro. Yo siempre trato de mejorar, intento absorber todos los conocimientos posibles pero... a veces es complicado estar centrado, animado, concentrado. Y eso que reconozco que soy un privilegiado. Mi afición es mi trabajo. Empero, cuando no juegas todo se hace cuesta arriba, no ves el final del túnel. No nos engañemos: un jugador es feliz cuando juega. Y yo, hasta hace poco, estaba comiéndome los mocos en el banquillo o la grada. Afortunadamente, fui paciente, supe esperar el momento; espero aprovechar el tren, la oportunidad que me han concedido. Es cierto que si no llega a ser por las lesiones de mis compañeros -a los que no les deseo ningún mal, pero siendo honrado y coherente: me ha venido de perlas- probablemente estaría casi defenestrado, al menos esa sería mi sensación, y es que un año en blanco es muy difícil de asumir. Sobre todo cuando lo das todo en los entrenos, te esfuerzas al máximo,... y encima crees que lo estás haciendo muy bien. La recompensa por un trabajo bien hecho es uno de los mejores estímulos que cualquier humano puede recibir. En mi caso concreto: la recompensa es jugar, disfrutar de minutos, contar con la confianza del mister. El mismo que dice que confía en mí, puede que así fuera, pero lo cierto es que le ha costado darme el rol que quería (merecía), a pesar de que dicen que lo estaba haciendo maravillosamente, incluso me sacó del once cuando estaba prácticamente afianzado; en mi esplendor. Un jugador como yo: joven, de la cantera, con el escudo grabado en el corazón; lo que requiere y necesita es confianza. No probar y si la cago, o no hago un superpartido, devolverme al ostracismo, a la insignificancia, volverme invisible; eso es lo peor que se le puede hacer a un chico que tiene todo el hambre y todas las ganas por triunfar, por cumplir un sueño. Mi sueño es jugar en el Valencia, ganar partidos, mantener la portería a cero, conseguir títulos, convertirme en leyenda, ser respetado y admirado... que otros vean en mí un espejo, un ejemplo a seguir, un anhelo. Quiero ser ése.

Voy a serlo. Voy a probar, intentarlo. Sí: lo conseguiré.

Al principio, aunque lo niegue y no lo quiera reconocer abiertamente, me ponía nervioso, se me ponían los huevos de corbata, me cagaba en los pantalones. Debutar en un equipo, el momento con el que sueñas desde bien pequeño, es maravilloso pero nada sencillo. Me pudo la presión, cometí demasiados errores. También es cierto, que no me dejaron responder y resarcirme, no se me dio confianza. A un canterano, a un futbolista novel en el máximo nivel, y joven; se le deben dar varios partidos seguidos (diez suena una cifra bastante sensata) para que pueda afianzarse. Especialmente si tiene condiciones y atesora calidad. Yo, espero no pecar de pedante o creído, consideraba (considero) que cumplía los requisitos. Pero ya sabe que nada más difícil que ganarse el pan en tu tierra. Estaba verde, sí. También lo reconozco. La cesión al año siguiente me vino genial para sentirme importante, recuperar sensaciones, convertirme otra vez en futbolista. Minutos, confianza, actuaciones acertadas. Son capaces de hacer milagros.

Partí esta temporada desde una situación bastante incómoda, por lo que he de reconocer que el azar me ha sonreído. También creo que me lo estoy ganando a pulso. Sigo cometiendo errores, no soy infalible, pero cada vez me siento más GRANDE, más seguro, mejor. Esa sensación de ser imbatible, de desesperar al adversario,... me llena de satisfacción. Sólo de pensarlo, de escribirlo, se pone la piel de gallina. Hace falta ser portero para entenderlo, da igual que sea a nivel profesional o ya fuera en el colegio. Cuando te llegan y lo paras prácticamente todo, cuando intervienes y lo haces bien, te regurgita desde el interior una sensación de euforia, como si tu cuerpo, tu mente, liberaran endorfinas que te hicieran retorcerte de placer (se piensa, por ejemplo, que justo antes de la muerte el ser humano libera estas placenteras sustancias; también en situaciones de dolor, ejercicio, etc). Intento ser frío en el terreno de juego, pero en estos casos también me gusta dejarme llevar. Un portero debe dominar sus emociones, también disfrutar de éstas.

Un "pesado" que se hace llamar Hoeman me dice y repite y me vuelve a dar la brasa cada vez que nos vemos con que, aunque tengo unas tremendas condiciones (le agradezco el cumplido, pero casi siempre después de esto llega el hachazo), debo mejorar especialmente en mi juego con balón, tanto en el manejo de pies como de manos. Creo que tiene razón, para ser sinceros. Por el momento no me siento del todo cómodo cuando tengo que jugar la pelota con los pies; me falta ganar en agilidad y velocidad, además de precisión. Mi potencia en el golpeo no la considero ni mucho menos mala pero... me falta. Considero que un entrenamiento exhaustivo y pormenorizado, orientado a mejorar esta faceta de mi juego, me vendría de perlas. El cansino de Hoeman siempre me insiste por correo electrónico de que es una faceta, un aspecto del juego, muy minusvalorado en el fútbol actual, y de gran importancia para cualquier equipo. Suma y mucho, según sus propias palabras. El juego de manos es otro apartado en el que debo hacer hincapié. Creo que un referente actual en este sentido, es Manuel Neuer, para mí el portero que mejor manejo de manos y pies tiene. Asimismo, pienso que debo mejorar en los blocajes: a veces tengo las manos demasiado blandas, en ocasiones tengo excesiva tendencia a despejar en lugar de hacerme con el balón. Trabajaré en ello. También puedo estar más atento a las salidas de balones en largo del rival y... Bueno, aún me quedan muchas facetas en lo que progresar.

En cambio, Hoeman, está entusiasmado conmigo: me dice que si sigo por este camino seré muy grande. La verdad es que sus palabras son halagadoras, y al mismo tiempo, me producen vértigo. Aún no he hecho nada, como quien dice, y ya me ven en la cúspide. Muchas esperanzas depositadas en mí, y una responsabilidad que debo asumir sin que me tiemble el pulso. Yo estoy dispuesto. Asusta. Dicen que está feo que uno diga cosas buenas de sí mismo, tampoco quiero pecar de subjetivo, más bien suelo ser muy exigente conmigo; aunque por el momento estoy muy contento por cómo me están yendo las cosas (está claro que siempre pueden ir mejor... y también peor); paso a citar una breve opinión, que el mencionado Hoeman escribió sobre mis características y actuaciones como cancerbero: Guaita es un portero que tiene todas las condiciones para convertirse en un jugador "fetiche" valencianista, no me quiero apresurar, pero apunta a leyenda... Eso sí, debe confirmar partido a partido todas las gratas impresiones que ha dejado hasta este momento, y lo que podría resultarle aún más difícil, consolidarse en su segundo año como titular (para ello, resultará imprescindible la CONFIANZA del técnico). Ya llegará el momento, yo estoy convencido de que no decepcionará. Con unas portentosas y envidiables condiciones físicas, unidas a sus capacidades técnicas, le convierten en uno de los mejores proyectos de presente y futuro del fútbol mundial. Junto a Lloris, Neuer, Sczeszny, Krul y algún otro que se me pueda olvidar es élite. Alto, corpulento, fuerte, fibroso, de gran envergadura, rápido de piernas y de reflejos, notable en la colocación, valiente y decidido en los balones aéreos, felino, frío, soberbio en el uno contra uno (aguanta muchísimo antes de caer al suelo), intuitivo, con gran potencia de salto, bueno interpretando el juego defensivo, con dote de mando,... Estamos ante una verdadera y expectante revelación. Transmite mucha seguridad; hace casi todo bien. Se ha ganado mi entusiasmo y mi adoración y mi optimismo.

Bueno, pues me queda poco más por decir. Sólo, reincidir en lo obvio: no pienso bajar los brazos.

Abrazos,

V. G.

12 de marzo de 2011.


(*) Nota aclaratoria: obviamente es una carta FICTICIA.



Foto: sports.yahoo.com (Lluis Gene /AFP/Getty Images)

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2 Comments:

Blogger Jorge Eduardo Robles dijo...

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00:17

 
Blogger Carlos Humberto dijo...

Enhorabuena por tu trabajo, quermos presentar a todos los amantes del futbol el nuevo blog del futbol de la AFG LA SAFOR

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15:34

 

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