Ross Barkley
Inglés de nacimiento, pertenece a la cantera del Everton, es internacional en categorías inferiores por su país. Concretamente, lo descubrí con la sub17, en el Europeo de la misma categoría en la que los ingleses se impusieron a España en la final. Demostró ser un centrocampista total, este interior que también puede actuar de mediocentro, e incluso de mediapunta. A mi juicio, el mejor de los ingleses, incluso por delante de otros talentos como McEachran, Garbutt o Wickham. Si la diosa fortuna le sonríe (diosa en caso de que te sea favorable, sino sería más conveniente decir puta), se convertirá en un importante futbolista a nivel mundial. Por el momento, dos piernas rotas. Pero aunque suene a tópico, esto no es como se empieza sino como se acaba. Bueno, tampoco, ya que todos vamos a acabar de la misma forma: difuntos. Reformulo: esto no es sólo cómo se empieza, sino todo lo que pasa en medio antes de que termine todo. Así mejor, ¿no?
Centrocampista total, box-to-box, como les gusta decir a los británicos y esnobs. Fuerte, potente, robusto, ancho de hombros, fibroso, poderoso, con amplia zancada; la verdad es que para su edad (nació en diciembre de 1993) es un jugador físicamente destacado. Además, por supuesto, sabe hacer uso de éste; aunque no por ello abusa, sino que tiene un talento que va mucho más allá. Diestro con gran manejo de su pierna izquierda (creo, más bien diría que ambidiestro), es un futbolista fabuloso jugando al primer toque: ágil mentalmente, preciso en el golpeo, haciendo gala de movilidad, juega con inusitada y compleja sencillez. Rara vez pierde una pelota: siempre certero, le encanta jugar a pocos toques y sumarse al ataque, llegar sin balón, probar su duro disparo, convertirse en un martirio para el adversario. Su criterio con y sin balón es digno de alabanza, tiene facilidad para leer las situaciones de juego y escoger las mejores opciones, no abusa de la retención de bola (aunque es un magnífico conductor), sabe hacer las pertinentes faltas tácticas. Sube y baja, defiende y ataca, recorre multitud de metros en cada encuentro, no se achica, no teme a nadie. Distribuye con inteligencia y acierto, se suma al ataque, es un eficiente y peligroso pasador. A tenor de su físico y manejo de pelota, además de su inteligencia sobre el césped, resulta harto complicado quitarle la redonda. Además, no sólo sabe pasarla en corto, sino que también es preciso en el pase largo (sobresaliente, por ejemplo, en los cambios de orientación y aperturas a banda). Sabe estar sobre el terreno de juego, demuestra temple y pausa, aunque es cierto que a veces comete infracciones demasiado evidentes. Sus nociones tácticas son destacadas, es raro verle mal colocado, lee el juego de forma perspicaz y demuestra una madurez impropia de su edad. Aunque es potente, conviene aclarar, que me da la sensación de que le pueda faltar algo de velocidad de movimientos, también en carrera. Su físico y su peso le pueden hacer algo lento en este sentido, aunque sin duda, no es algo ni mucho menos decisivo, ni tan siquiera creo que llegue llegue a convertirse en un handicap por su tipología de juego. Tiene dote de mando, no duda en asumir responsabilidades y echarse el equipo a la espalda, no obstante en ocasiones puede parecer algo inconstante en su rendimiento (normal debido a su escasa edad, por otra parte). El juego aéreo es otra de sus grandes especialidades, es un peligro rematando jugadas a balón parado, o centros de jugada. También es bueno como lanzador de golpes francos. Pero no omnipresente, así que, como es lógico, no puede ser él el lanzador y rematador de la misma acción. Hay que elegir.
Un insaciable llegador, pero también un fiable distribuidor y pasador, y un comprometido jugador de equipo, trabajador, implicado y bueno en la defensa individual (muy bien al “tackle”) y colectiva, así como en la colocación y lectura. Las transiciones las domina, sobretodo las ofensivas, fácilmente se erige como un rapidísimo lanzador de contraataques. Un eje sobre el que no debiera importar que girara todo un equipo: tiene condiciones para, y por tanto, visos de, convertirse en un importante futbolista. Su camino, a pesar de los obstáculos que puedan aparecer, está asfaltado y en pendiente descendente. Sólo un exceso de velocidad podría sacarlo de éste. Criterio y control; calidad y talento. Ross Barkley, abanderado de una nueva generación inglesa.
Enlace recomendado:
Five young players to watch in 2010 (The Independent)
Fotos: www.evertonfc.com, www.dailymail.co.uk (Getty Images)
Etiquetas: Ross Barkley