¿El mejor fichaje? Un joven valor semidesconocido

6/20/2011

Henri Lansbury: el embrutecimiento en el fútbol como signo de decadencia

Ese cuerpo que tú tuviste
más bello que el de las estatuas
se disuelve como las baratas
en soluciones para insectos

Poema de Armando Uribe, a través de No leer de Alejandro Zambra


Posiblemente con 16 años, Henri Lansbury era el futbolista más parecido a Guardiola desde el propio Pep: pivote defensivo organizador que sobresalía por la inteligencia y la capacidad de pase y de distribución; se movía en los mismos designios que el español, y por supuesto, sus zonas de influencia eran similares. Para ser preciso: él era la zona de influencia, y con esto quiero decir, que el equipo se movía en torno a su cerebro, en base a su central figura, estaba jerarquizado por ser Henri el futbolista con mayor talento. Lejos de ser esto una rémora, el inglés, a pesar de su liviano físico, con una melena ondulada y movimientos sensuales, a través de su innata elegancia, lograba hacer que el conjunto funcionase como una máquina perfectamente diseñada y engrasada. Estéticamente era una delicia de jugador, impresión que además se veía refendrada con rendimiento. Uno de los jugadores que más me ha emocionado sobre un campo de fútbol, pese a identificarme a mí mismo y en mis ideas futbolísticas como alguien al que encanta la sobriedad, la disciplina y la solidez. Eran tiempos cada vez más lejanos: corría el año 2007, se disputaba el Europeo sub17; después haría lo propio en el Mundial de idéntica categoría. Representaba a Inglaterra, una tierra que al menos desde que tengo consciencia, no se ha destacado como un país del que hayan salido grandes estilistas. Afortunadamente, la dinámica podría cambiar.


Se me cae el alma a los pies, una manera un poco exagerada de expresarme, para hacer hincapié en el sopor y delirio irritado en el que caigo, cuando veo a Henri a día de hoy, actuar de mediapunta o interior de banda. No logro evitar un pequeño enfado interior, como de irritación e incredulidad, ante el conservadurismo y la inoperancia que parece imperar en la mayor parte de entrenadores del fútbol de élite y semiélite. Mis pensamientos martillean la cabeza; están desaprovechando gran parte del talento de este muchacho, todavía de veinte años. Podrá triunfar, relativamente o no, pero me enfurece pensar que podría ser un futbolista grande, limitado pero GRANDE, ejerciendo de eje, de ancla, de organizador, de surtidor de ataques, de cerebro, de jefe, de amo; y probablemente no se convierta en tal por culpa de los que deciden si juegas aquí o acullá. Verlo en la selección inglesa, partiendo desde el banquillo, alejado de su zona predilecta, o cuanto menos, de la región donde puede dejar constancia de toda su influencia, ha sido desolador.

Aún pertenece al Arsenal, club en el que no parece contar mucho para Arsene Wenger, en parte por la competencia (Wilshere, Ramsey), en parte porque el francés, las pocas ocasiones en que lo ha empleado, le ha puesto escorado a una banda; alejado del juego, promoviendo su desconexión e irregularidad. ¡Serás maldito y canalla! No dudo del gran ojo clínico del alsaciano para descubrir y hacer brillar a talentos (los antecedentes así lo certifican), pero sinceramente creo, que si no rectifica, en el caso de Lansbury se equivoca. Un Lansbury que ha estado cedido las tres últimas temporadas (no completas, algunas), donde ha respondido con magnificencia, pero alejado de su localización óptima. No quiero que me entiendan mal, Lansbury de mediapunta o de interior sigue siendo un jugadorazo; con excelente juego al primer toque y último pase, la técnica individual y visión de juego siguen quedando patentes. Pero se me hace tan... insustancial, aunque no lo sea. Con lo difícil que es que te salga un Guardiola... pienso que se desaprovecha su potencial de esta manera.

Escribí allá por 12-05-2007: Jugadorazo, es una predilección personal. Un pivote defensivo que si sigue con su progresión apunta a convertirse en uno de los mejores del mundo en su demarcación. Con un juego muy calmado y mucha pausa, marca el tempo de los partidos. Su colocación táctica es casi perfecta. Diestro, es un tipo tranquilo que nunca se pone nervioso. Toca, distribuye, abre el juego, capacitado para jugar tanto en corto como en largo, ... nunca se complica. Juega fácil. Técnicamente su nivel es notable, tiene variedad de recursos y es complicadísimo quitarle la pelota. Poseedor de un gran disparo lejano. Gran toque de balón, su visión de juego también es sobresaliente. Ante todo es un futbolista muy inteligente. Físicamente es endeble, aspecto que debe trabajar, y le falta velocidad. Pero todas estas debilidades las subsana con su increíble inteligencia sobre el terreno de juego. Un diamante, para mí el mejor del torneo, con eso lo digo todo.

Más adelante en 21-05-2007: Es que es un "4" de los que te deja sin aliento, apenas lo ves sobre el campo ya te quedas prendado debido a su juego y a su magia. Partiendo de la posición de pivote defensivo es el encargado de organizar el juego de su equipo y hacer que éste sea fluido. Con sus características y condiciones futbolísticas hace mejores a sus compañeros. Distribuye en corto y en largo, se ofrece, toca, regatea, abre el juego,... Siempre demostrando una pausa y una serenidad impresionantes para un futbolista de su edad, marca el "tempo" de los partidos. Diestro, posee una técnica individual notable y muchos recursos tanto para el regate como para el pase, además de un gran y preciso toque de balón y una excelente visión de juego. Algo que aún le hace más importante es que nunca se pone nervioso y jamás se complica la vida, hace que el fútbol parezca más fácil de lo que lo es realmente. Muy inteligente sobre el terreno de juego, pese a poseer un físico liviano y mejorable, suple esta debilidad con un extraordinario sentido táctico. Es rarísimo verle perder una pelota o fallar un pase. Además, tiene un gran disparo a puerta desde media y larga distancia. Henri es lo que viene siendo un jugador completísimo, por el que cualquier entrenador suspiraría por tenerlo entre sus filas. Aunque las comparaciones siempre son odiosas, diré que en algunos momentos me recordó a Pep Guardiola por su forma de jugar, aunque quizá el inglés sea más completo y equilibrado. (...) Ojalá siga con su progresión y no se estanque, amén de mejorar sus debilidades, ya que debe ganar fortaleza física y mejorar su resistencia. Desde ya les declaro que es una predilección personal, su juego me ha "enamorado". Tiene clase para triunfar, es mi "apuesta" de futuro.

Y por último el 10-09-2007: Ha jugado algo más adelantado que en el Europeo donde le cuesta más entrar en contacto con el balón, lo prefiero como eje del centro del campo unos metros más retrasado. Diestro muy calmado y sereno, con un envidiable criterio, nunca se pone nervioso. Muy capacitado para la distribución, es elegante y posee una gran visión de juego así como un preciso golpeo de balón. Siempre juega simple y rara vez se complica. Posee un gran disparo desde media distancia y es todo un especialista a balón parado. Le falta ganar masa muscular, aunque pese a esto sabe utilizar su cuerpo. También le falta velocidad "explosiva" y resistencia. Necesita sentirse importante para rendir mejor. Predilección personal.

Sigo pensando lo mismo: un enorme talento que además ha mejorado físicamente, cuyo propio talento puede perderse por la, a mi juicio, ineptitud de reconocer su unicidad en un sentido enteramente positivo, o lo que sería peor, la cobardía por no atreverse a hacer sustentar su equipo en un centrocampista físicamente débil, o si se quiere, menos dotado que otros brutos y mutantes, con sin embargo, terribles carencias futbolísticas. ¡Menuda paradoja, no es cierto! Las responsabilidades a los que no saben o no están capacitados: el mundo al revés, o más bien, fiel reflejo de la sociedad occidental actual: dónde para ser político aparte de renunciar a la decencia y a la dignidad, parece valer más no contar con estudios ni saber otro idioma que no sea el propio, ¡cuándo para acceder a cualquier trabajo corriente piden mínimo dominar el inglés y experiencia!

Tras esta breve disgresión, concluyo la exposición expresando nuevamente mi malestar por el embrutecimiento al que demasiados entrenadores someten al fútbol, siendo los peores parados los futbolistas de talento y potencial. Y esperando que Henri Lansbury; por su porte, por su elegancia, por su técnica, por su calidad, por su propuesta, triunfe, ya sea de mediapunta, interior, mediocentro, delantero o defensa central. Aunque a mí cómo me gustaría verle es ejerciendo de Guardiola. ¿Qué hubiera ocurrido si Cruyff no se hubiera cruzado en su camino? Probablemente Lansbury nos ilumine, sirva como norma y Guardiola sea la excepción.

Foto: www.zimbio.com (Gabriele Maltinti/Getty Images Europe)

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