Lennart Thy
Cuando pienso en Alemania, mis recuerdos y memorias, que están muy ligados al fútbol, me llevan a esas magníficas generaciones de los años 80 y 90, siendo Thomas Hässler uno de mis jugadores fetiches, también a las no menos magníficas generaciones que están aterrizando y quedan por aterrizar al fútbol profesional en la actualidad, y cómo no, a uno de mis escritores preferidos: Heinrich Böll. Lo cierto es que llegué a él por casualidad (aunque a veces me cuesta admitirlo, soy y siempre he sido un ignorante): en una librería de viejo, donde se venden libros de segunda mano, me llamó la atención su Diario irlandés. Me gustó el título, el formato y la textura del libro, la imagen de la portada y el comentario referente al libro que se hacía en la parte trasera (el libro del que hablo es de la editorial Laia Literatura, está traducido por Víctor Canicio). Desde entonces ocupa un lugar privilegiado en mi estantería: una obra maestra, escrito con una abrumadora capacidad poética pero a la vez lúgubre y sombrío, en donde el humor negro y la repetición obsesiva y recurrente también tienen su cabida. Los días son negros, las casas verdes; los colores traspasan fronteras, adquieren un protagonismo que nunca habrían soñado de poder hacerlo. Son en total 18 textos, de una calidad, a mi juicio, suprema, inigualable. Desde entonces, y tras la lectura de otros libros de este fabuloso escritor (de los que aún me quedan varios por leer, prefiero dosificarlos, disfrutarlos con júbilo y paciencia, saborearlos pausadamente), colecciono todos los títulos (libros) distintos que encuentro del autor, como no, en las librerías de viejo. Y es que me parece una abominación que la mayoría de novelas y relatos de un autor tan sugerente y versátil y genial como éste estén descatalogadas (o agotadas, que al fin y al cabo, es lo mismo). Básicamente, no se pueden encontrar porque nadie las publica. Lo dicho: una aberración.
Volviendo al mundo futbolístico,

Así que pasemos a comentar algunas de las características, de las cualidades, de los atributos, que a mi juicio, atesora el joven Lennart Thy. Tan solo unos jirones, unos pedacitos, un atisbo de su fútbol. Intoxicados por mi propia visión. Nada mejor que empezar diciendo, que, como buen goleador, es un delantero nato, aunque muy versátil; le encanta tener libertad de movimientos, demuestra mucha movilidad sobre el terreno de juego, cae a bandas y baja a recibir, se ofrece, sabe jugar al primer toque, posee un buen golpeo de balón, se mueve entre líneas, su cambio de ritmo es notorio, busca el error del defensa, también su espalda, sobresaliente en los desmarques en distancias cortas y medias, remata con facilidad de primeras utilizando cualquier parte de su cuerpo, tiene temple, lee muy bien el juego, es oportunista, lleva el gol en los pies y en la cabeza, la cabeza que hace que su fútbol adquiera un papel importante para el equipo, gol, oportunismo, gol, gol, gol, gol, gol, gol, instinto. Así, grosso modo, es para mí, Lennart Thy. Intentaré extenderme un poco más, de forma más pausada, y a poder ser más descriptiva. Diestro con buen manejo de su pierna izquierda, sin ser un prodigio técnico es bastante destacado en este aspecto: como ya he mencionado anteriormente, domina bastante bien el juego al primer toque, además su regate en corto suele ser letal. Listo, lo hace todo con sentido e inteligencia. Los movimientos sin balón suelen ser su especialidad, sabe moverse en el terreno de juego, interpreta las acciones que requiere de él el equipo de forma notable, tiene un olfato insaciable por y para el gol. Dispone de buen cuerpo, quizá es algo delgado, no obstante sabe hacer uso de sus capacidades físicas (juego de espaldas para aguantar el balón, se mantiene en pie de cara para seguir con la posesión de éste) y es más potente de lo que parece a simple vista, engaña. Su cambio de ritmo, sobretodo en distancias cortas, sirve para dejar clavados a los defensores rivales con relativa facilidad. Defensivamente se esfuerza, es aplicado y ayuda en la presión, su trabajo en la primera línea del equipo siempre es bien recibido. Constante, aunque muchas veces no se le vea, siempre está haciendo algo de utilidad para el equipo, no descansa ni un momento. Todo lo hace fácil, de forma inteligente y útil, es conocedor de sus limitaciones. ¿Cuáles son sus limitaciones? Pues básicamente: técnicamente no es un prodigio y le falta algún punto de físico y músculo, además de genialidad. El resto ya lo saben: a mi me gustaría destacar especialmente su relación con el gol, su oportunismo, su hambre, su olfato, su instinto; en gran parte sustentados por sus excelentes movimientos sin balón: es una gozada observar cómo busca la espalda y/o el fallo del defensor, o sus desmarques cortos llenos de fe, intuición y presteza. Su versatilidad y dinamismo. Su disparo. Su caliente sangre fría. Su definición. Su generosidad a la hora de ayudar al equipo en todos los sentidos...
Me voy a permitir hacer una analogía que podría ser considerada de mal gusto (pero como éste es mi blog...): Thy es como esa chavala con cara de no haber roto un plato y que en la intimidad te destroza, como esa mujer de aspecto inocente pero tremendamente perversa en las relaciones sexuales. Un “killer” que no aparenta serlo.
ENLACES RECOMENDADOS:
Alemania: el futuro les conduce a los años 90
Heinrich Böll según Ricardo Bada
Algunos cuentos de Böll
Foto: www.uefa.com (sportsfile)
Etiquetas: Heinrich Böll, Lennart Thy